Miles de mujeres campesinas contribuyeron a la seguridad alimentaria de los hondureños

Tegucigalpa. El Gobierno, a través del Servicio Nacional de Emprendimiento y de Pequeños Negocios por una Vida Mejor (Senprende), impulsó la producción en el campo con el respaldo directo e indirecto a más de 11.250 mujeres campesinas con una inversión que sobrepasó los 26 millones de lempiras.

Unas 2.300 mujeres trabajadoras del campo recibieron apoyo de forma directa, mientras que otras 8.950 tuvieron ese respaldo de forma indirecta en la gestión 2014-2022 del presidente Juan Orlando Hernández.

Bajo esta iniciativa, el Gobierno del presidente Hernández desembolsó más de 26 millones de lempiras en la ejecución de varios proyectos, entre ellos la entrega de herramientas, como parte del objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de la población.

12 departamentos beneficiados

Los departamentos de Francisco Morazán, El Paraíso, Intibucá, Lempira, Choluteca, Santa Bárbara, Colón, Cortés, Yoro, Comayagua, La Paz y Copán son las zonas con mayor número de intervenciones en el campo.

Las productoras del campo afectadas la crisis generada por la pandemia por covid-19 y por el paso de las tormentas tropicales Eta y Iota recibieron kits agrícolas de herramientas, entre ellas bombas de mochila, silos, machetes, azadones, palas y pujaguantes.

La Administración Hernández ha considerado al sector agropecuario como un rubro clave para el desarrollo social y económico de Honduras, así como un importante generador de empleo en un 35 % de la población económicamente activa.

Como producto de ese respaldo gubernamental, el sector de las mujeres campesinas fue un importante bastión de la seguridad alimentaria de Honduras entre 2014 y 2021.

Los objetivos

El apoyo a las mujeres campesinas siempre tuvo como objetivo asegurar la producción de alimentos en las unidades familiares para que sirvieran de sustento para los meses subsiguientes a la siembra de primera.

De igual forma, con el respaldo se evitó la migración del campo a la ciudad y, por ende, la migración irregular a otras naciones.

Asimismo, la mira siempre estuvo puesta en el ideal de dotar de herramientas que sirvieran a las mujeres para desarrollar las actividades de siembra de manera óptima.

A lo anterior se suma la reactivación de una diversidad de unidades productivas afectadas por los efectos de la pandemia y las tormentas tropicales Eta y Iota.

Mejores cosechas, más ingresos

Los beneficios se concedieron en el marco de la ejecución del proyecto Reactivación Agrícola Fase II, con el que se favoreció a mujeres campesinas, en su mayoría jefas de hogar.

Con este aporte del Gobierno, las campesinas hondureñas lograron buenas siembras, cosechas y producción de granos básicos que sirvieron de sustento a sus familias y para la comercialización, generando ingresos para cubrir otras necesidades prioritarias en las familias.

El presidente Hernández siempre ha catalogado al sector agropecuario como un rubro clave para el desarrollo social y económico de Honduras, además de considerarlo un generador de empleo en el 35 % de la población económicamente activa.

La reactivación del sector agropecuario formó parte de la iniciativa Honduras se Levanta por una Vida Mejor, que fue respaldada por la Mesa de Trabajo Mipyme, integrada por el Gobierno, la empresa privada y el sector social de la economía, con el objetivo de robustecer el despegue económico del país.